El Comercio
Nature Isn’t Everything…
The ex-Minister of Agriculture and the current President of the Central Bank Directory, Carlos Vallejo, said something yesterday that left environmentalists and experts in sustainable tourism open-mouthed as they participated this week in three mega-forums organized in Quito.
According to Vallejo (in an interview with Teleamazonas), while in Ecuador “we want monkeys and snakes in the Amazon rainforest, Peru designated 800,000 hectares for growing African palm and Brazil gave up three million hectares in the rainforest to grow sugar cane for ethanol.”
The official ended the discussion bluntly: “I would exploit the ITT and I would grow African Palm.” Vallejo mocked the ecologists who defend non-exploitation in the oil reserves of the Ishpingo, Tambococha, and Tiputini (ITT) fields located in Yasuní National Park. He also made fun of his own government’s proposal—that of Rafael Correa—to the international community to search for funds to stop the exploitation of crude in Yasuní.
This is a tremendous contradiction for the ex-Minister of Agriculture who while serving took from the Environmental Cabinet the power of reforestation in the zones devastated by logging. Most worrisome is that his position as head of the Central Bank conflicts with the governmental conservation discussion and the new Constitution, whose articles defend the “sumak kawsay,” or fruitful life, at all costs.
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EN ESPAÑOL
La naturaleza no es de todos...
El ex ministro de Agricultura y ahora presidente del Directorio del Banco Central, Carlos Vallejo, lanzó ayer una perla que dejó boquiabiertos a los ambientalistas y expertos en turismo sostenible que esta semana participaron en tres megaforos organizados en Quito.
Según Vallejo (entrevista en Teleamazonas), mientras en Ecuador “queremos que los monos y las culebras se crucen en la selva amazónica, Perú asignó 800 000 hectáreas para siembra de palma africana; y Brasil tumbó 3 millones de hectáreas en la selva para sembrar caña para etanol”.
El funcionario cerró su discurso de manera tajante: “Yo explotaría el ITT y sembraría palma africana”. Vallejo se burla así de los ecologistas que defienden la no explotación de la reserva petrolera en los campos Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT), localizados en el Parque Nacional Yasuní. Y se mofa también de la propuesta que su propio Gobierno -el de Rafael Correa- ha formulado a la comunidad internacional para buscar fondos que impidan la explotación de crudo en el Yasuní.
Tremenda contradicción la del ex ministro de Agricultura, que en su gestión arrebató a la Cartera de Ambiente las competencias de reforestación en las zonas devastadas por la tala de árboles. Lo más preocupante es que esta posición del titular del Banco Central echa al traste todo el discurso conservacionista del Ejecutivo y de la nueva Constitución, cuyos articulados defienden a raja tabla el sumak kawsay o buen vivir.
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