El Comercio
The official
comission found only the spears of 5 lost indigenous
people
It took a Government commission two days to
reach the site where, supposedly, there were
the bodies of five indigenous people of the
tagaeri-taromenane group.
The commission was formed after the indigenous
community reported that a woman and four men
of that ethnicity were killed by Colombian loggers
who seek to expand their farm land.
In order to verify this story, the commission
joined five policemen and four soldiers (two
intelligence and two infantry). They were accompanied
by two representatives of the Ministry of Environment;
Huaoranis of Bameno, Ñoneno and Boanamo,
and three members of the association of Huaorani
women.
The journey began in Francisco de Orellana.
They departed at around 07:30 last Friday. The
first stop was the 55 km of road-Auca Tigüino
where they found Guillermo Riera, the logger
who found that the spears of the Tagaeri - Taromenane.
Riera joined the committee and became the guide
who led the group. Although Wood confirmed his
finding, he gave no clues to indicate that indigenous
people had died.
The next stop was the bridge over the Shiripuno
River, more than 80 km from the city of Orellana.
There Ñoneno awaited the arrival of the
Huaorani Manuel Kawilla. He authorized their
entrance after heavy debate. The indigenous
leader confirmed that there were four of the
seven spears in his house. "The others
were gifts to my daughters and my nephew,"
he said.
Before allowing them to enter, Kawilla asked
to be paid USD 200 per spears he had in his
possession. Representatives of the Ministry
of Environment pledged to pay off that value.
After nearly two hours of travel by river,
the commission came to the Ñoneno community
where they found the four spears that loggers
brought from their camp inside the intangible
area of Yasuni park.
For Penti Baihua, coordinator of Huaoranis
communities in the intangible zone, this finding
creates many concerns. "The Taromenane
never abandon their spears, as the Huaoranis.
Just leave their spears after the attack or
upon death, "said Penti.
In Ñoneno details of the spears were
given. "These are weapons of warriors,
the ergonomics (design) are different from the
Huaoranis spears. The centers are skinnier than
the ends, "said Alonso Jaramillo, director
of Yasuni park.
The spears are from chonta and contain the
hair of local animals. There is a kind of saw
at the tip.
After recovering the spears, the commissioners
went to camp Shiripuno Lodge, where they spent
the night. The next day, they embarked on a
three-hour journey downstream by way of the
Shiripuno River.
The guide Riera led the commission to the illegal
logging camp in the Yasuni.
There, the commission verified an abandoned
timber. That's when Riera identified the exact
site where the officials found spears.
The commission searched for signs of clashes
between loggers and Taromenane, but did not
find anything.
The site of the sawing was approximately 1.5
km from the camp and almost an hour's walk through
the jungle. After a tour of the area, the commission
returned to the settlement base.
After issuing a new one-hour expedition on
the river, the commission moved to another logging
camp where they found nothing.
After the exploration, the representatives
of the Environment issued a report with four
petitions.
The first calls for the implementation of military
and police control around the bridge of the
Shiripuno River. It also asks that the management
of the port monitor ships departing from there.
The third request is that the Ministry of Finance
release funds to implement the Plan of Precautionary
Measures for the peoples in voluntary isolation.
Lastly it recommends the initiation of legal
action against the timber smugglers "who
have already been identified."
A very sensitive area
The intangible area includes 700,000 hectares
within the nearly 1 million acres that make
up the Yasuni national park.
To remove timber and wildlife from this area
is an illegal act. However, sawed wood has been
found in this area.
In late May 2003 women and children from a
clan of uncontacted indigenous people were victims
of a massacre. Around 15 bodies were found in
the jungle of Curaray. Their home was burned.
The minister of Internal and External Security,
Gustavo Larrea, confirmed today that police
and military patrol who are investigating the
alleged killing of five indigenous people proved
that the incident indeed occurred, but still
have not recovered the bodies. (DPA).
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EN ESPAÑOL
El Comercio
La comisión
oficial solo halló las lanzas de 5 indígenas
perdidos
Dos días le tomó a una comisión
del Gobierno llegar al sitio donde supuestamente
se hallaban los cadáveres de cinco indígenas
tagaeri-taromenane.
La comisión se conformó luego
de que indígenas de la comunidad denunciaran
que una mujer y cuatro hombres de esa etnia
fueron asesinados por madereros colombianos
que buscan ampliar sus tierras de explotación.
Para comprobar esa versión, se integró
la comisión con cinco policías
y cuatro militares (dos de inteligencia y dos
de infantería). Los acompañaron
dos representantes del Ministerio del Ambiente;
huaoranis de Bameno, Ñoneno y Boanamo,
y tres mujeres de la Asociación de Mujeres
Huaoranis.
El periplo se inició en Francisco de
Orellana. Partieron alrededor de las 07:30 del
viernes pasado. La primera parada fue en el
km 55 de la vía Auca-Tigüino; allí
se ubicó a Guillermo Riera, el maderero
que encontró las lanzas de los tagaeri
- taromenane.
Riera se unió a la comisión y
se convirtió en el guía que dirigió
al grupo. Aunque el maderero confirmó
su hallazgo, no dio pistas que hicieran presumir
que había indígenas muertos.
La siguiente parada fue el puente sobre el
río Shiripuno, a más de 80 km
de la ciudad de Orellana. Allí se aguardó
la llegada del huaorani Manuel Kawilla, jefe
de la comunidad de Ñoneno. Él
autorizó el ingreso, luego de una fuerte
discusión. El líder indígena
confirmó que en su casa estaban cuatro
de las siete lanzas encontradas. "Las otras
les regalé a mis hijas y una a mi sobrino",
dijo.
Antes de acceder al ingreso, Kawilla pidió
que se le pague USD 200 por las lanzas que tenía
en su poder. Los representantes del Ministerio
del Ambiente se comprometieron a cancelar ese
valor.
Luego de casi dos horas de viaje por vía
fluvial, la comisión llegó a la
comunidad de Ñoneno, donde se encontraron
las cuatro lanzas que los madereros traían
desde su campamento, dentro de la zona intangible
del parque Yasuní.
Para Penti Baihua, coordinador de las comunidades
huaoranis de la zona intangible, este hallazgo
deja muchas inquietudes. "Los taromenanes
nunca abandonan sus lanzas, como los huaoranis.
Solo dejan sus lanzas después de haber
atacado o al morir", dijo Penti.
En Ñoneno se dieron detalles de las
lanzas. "Estas son armas de guerreros,
la ergonomía (diseño) es distinta
a las lanzas huaoranis. En el centro son más
delgadas que en los extremos", dijo Alonso
Jaramillo, director del parque Yasuní.
Las lanzas son de chonta y tienen en su extremo
posterior pelos de saíno y huangana,
animales de la zona. En su punta principal hay
una especie de sierras.
Luego de recuperar las lanzas, los comisionados
fueron al campamento Lodge Shiripuno, donde
pernoctaron. Al día siguiente, se emprendió
un viaje de tres horas, aguas abajo, por el
Shiripuno.
El guía Riera llevó a la comisión
al lugar donde se asentó el campamento
ilegal de extracción de madera, en el
Yasuní.
Se pudo constatar un centro maderero abandonado.
Fue entonces cuando Riera informó a los
uniformados el sitio exacto donde halló
las lanzas.
La comisión indagó en busca de
indicios de enfrentamientos entre los taromenanes
y los madereros, pero no encontró nada.
Aproximadamente a 1,5 km del campamento y casi
una hora de caminata por la selva, se halló
el sitio donde se talaba y aserraba cedro rojo.
Después de hacer un recorrido por la
zona, la comisión volvió al asentamiento
base.
Luego una nueva expedición de una hora
por el río llevó a la comisión
a otro campamento maderero, donde tampoco se
halló nada.
Tras la exploración, los representantes
de Ambiente emitieron un informe con cuatro
peticiones.
La primera es que se implemente control militar
y policial en el sector del puente del río
Shiripuno. También se solicita que la
capitanía de puerto controle a las embarcaciones
que salen de allí.
La tercera petición es que el Ministerio
de Economía libere fondos para implementar
el Plan de Medidas Cautelares para los Pueblos
en Aislamiento Voluntario. Por último
se recomienda iniciar acciones legales pertinentes
en contra de traficantes de madera "que
ya han sido identificados".
Área muy sensible
La zona intangible concentra 700 000 hectáreas
dentro del casi 1 millón de hectáreas
que conforman el parque nacional Yasuní.
Extraer madera y vida silvestre de esa zona
es un acto ilegal. Sin embargo, se han encontrado
madereros aserrando por el lugar.
A fines de mayo del 2003 mujeres y niños
de un clan de indígenas no contactados
fueron víctimas de una matanza. Alrededor
de 15 cuerpos se encontraron en la selva del
Curaray. La vivienda en la que habitaban estaba
quemada.
El ministro de Seguridad Interna y Externa,
Gustavo Larrea, confirmó hoy que la patrulla
policial y militar que investiga la supuesta
matanza de cinco indígenas pudo comprobar
que el hecho sucedió, pero aún
no se han recuperado los cuerpos.(DPA)
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