El Comercio
Extraction of Crude Oil Reaches the Untouchable Zone
Ecuador’s environmental laws prohibit all extractive activities in natural reserve areas. But the northern part of Yasuní National Park has now been conceeded to oil companies due to arguments of national interest.
According to the web site www.oilwarch.com, 60% of the Biosphere Reserve that includes parts of Yasuní and of Waorani territory is in the hands of oil companies. Socio-environmental consequences are already being felt.
In an oil camp in the north of Yasuní, nearly 300 square meters are wasteland. All the vegetation was cut to build the camp during sismic testing activities, which monitor the existence of oil underground.
However, according to Luis Yanza, former president of the Amazon Defense Front, this is miniscule compared to the environmental damages that will come during the extraction, such as spills and the construction of roads.
The pristine forests of Yasuní are irrevocably altered by the roads and by the dozens of helicopters brought by oil extraction. The noise of the drilling and the generators is constant. “Even with just the presence of drilling and helicopters, the environment will be altered.” For example, it might push various species of birds and animals to migrate.
In spite of this, Petrobras is only waiting for one final permit. In a few weeks they will receive the environmental license to operate in Block 31. 70% of this block is within Yasuní National Park, including part of the Untouchable Zone (Zone Intangible, or ZI).
65% of Block 14, operated by Andes Petroleum, is also within Yasuní. The same goes for Block 17 of the same company.
For their part, Repsol-YPF operates Block 16, which is split between Yasuní and the Waorani Reserve.
Their representatives, just like those of Petrobras, insist that they will do everything possible to minimize the impacts, including the use of a series of modern technologies.
But Yanza argues that, however modern the technology may be, oil extraction will continue to damage Yasuní.
For these reasons, the opposition to oil extraction in the ITT block grows larger every day
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EN ESPAÑOL
El Comercio
La extracción de crudo se toma hasta la Zona Intangible
Las leyes ambientales prohíben toda actividad extractiva en las áreas de reserva natural. Pero argumentando intereses nacionales, la parte norte del Yasuní ha sido concesionada a las empresas petroleras.
De acuerdo con la Web www.oilwarch.com, el 60 por ciento de la Reserva de Biósfera (incluye territorio del Yasuní y Huaorani) está en manos de las petroleras. Y los efectos no se hacen esperar con una serie de secuelas socioambientales.
En el norte del Yasuní, en un campamento, cerca de 300 m2 lucen baldíos. Se taló toda la vegetación para levantar uno de los campamentos durante las actividades de una prospección sísmica (monitoreo de existencias de petróleo).
No obstante, según Luis Yanza, ex presidente del Frente de Defensa de la Amazonia, eso es insignificante ante los daños ambientales causados durante la explotación, derrames y apertura de vías.
Los bosques prístinos del Yasuní son alterados por las trochas y decenas de helipuertos. El ruido es constante por las perforaciones y el funcionamiento de generadores. “Con la sola presencia de extraños o el volar de un helicóptero ya se altera el ambiente”. Eso inclusive empuja a migrar a diversas especies de aves y animales.
A pesar de eso, hoy Petrobras solo aguarda un último trámite. Pero en pocas semanas recibirá la licencia ambiental para operar en el bloque 31. El 70 por ciento estará dentro del Yasuní y hasta incluye a la Zona Intangible.
Así también el 65 por ciento del bloque 14, hoy de Andes Petroleum, está dentro del Parque Nacional. Igual ocurre con parte del bloque 17 de la misma empresa.
Por su parte, el bloque 16 de Repsol-YPF se reparte entre el Yasuní y la Reserva Huaorani.
Sus representantes, al igual que los de Petrobras, insisten en que se esmeran por minimizar los impactos, mediante la utilización de una serie de técnicas modernas.
Pero Yanza considera que, por más tecnología avanzada que se utilice, la explotación petrolera no dejará de causar daño al Yasuní.
Por todo aquello, la corriente de oposición a la explotación petrolera en el bloque ITT crece cada días más en el país.
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