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The Taromenane or the Virtual News
Ivonne Guzmán, Coordinator of Siete Días (Seven Days)
5/7/06
El Comercio
The Taromenane or the Virtual News
If journalism had a patron saint, it would be Saint Thomas. It was he who said: see to believe. But in times of apocryphal evangelicals, Gnostics and Agnostics, the press was also given certain license to be trusted.
Saturday, April 29, three national newspapers woke up us up with the following titles: ‘Violence in the Tagaeri Zone Intensifies’ (Expreso), ‘A Conflict in the Jungle Leaves Two Taromenane Dead’ (El Universo) and ‘The Intangible Zone is Tinted with Taromenane Blood’ (El Comercio).
Tremendous news. The desolation continued rising as the stories went on: “Two Taromenane women were found dead yesterday with bullet holes in their bodies in the Tigüino Sector… of the Coca canton,” assured El Universo.
El Comercio wrote: “… three loggers were killed with spears and an equal number of indigenous were shot, including two women.” In both cases, the information was based on uncertain statements: a person, at a radio in the area, said something. It was a priest, a woman, an indigenous leader. But, did anyone see anything? No one. However, for the dogmas of faith or the ‘virtual news’ the verification is unnecessary. But its basic journalism.
On Sunday April 30 everyone was talking about flyover that happened in the zone in question, performed by the Defense, Environment and Government Ministries. That’s where the split began: the agnostics – affected by the confirmation – distanced themselves from the Gnostics – in this case some devout, mystical journalists, perhaps out of political correctness. That day, the newspaper Expreso launched another headline: “The Slaughter of Amazonians Without Proof.” And continuing in their Agnostic streak, they focused on the concrete evidence: the conflict over logging in the zone; onward, that was their north.
The newspaper El Universo also followed that twist and focused on that which was certain: “There aren’t any facts about the slaughter.” The newspaper El Comercio maintained its focus and stated: “The Bodies of the Taromenane and the Loggers Haven’t Appeared.” The newspaper Hoy opted to editorialize: “Bloody, Violent Events in the South of Yasuní Have Been Repeated.”
On Monday, May 1, the story of a massacre disappeared from El Expreso, replaced by a story about forest controls that would be employed in the zone. El Universo went with the official version, according to which there was no massacre, since no evidence was found. Today they gave space to a story that rejected that a massacre had even happened.
On Tuesday May 2 and Wednesday May 3, spectacular titles had disappeared. The slaughter, which was a big story, finished as nothing but a big rumor. No more.
Only El Comercio held its ground, without adequately processing the difficult of verifying the events. On Wednesday May 3 the posted the headline: “Cedar Logging Finances the Extermination of the Taromenane.” But it noted that the affirmation had not yet been substantiated. Mysteries of newspaper dogmas, which perhaps the reading will never come to understand…
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EN ESPAÑOL
Los taromenane o la noticia virtual
5/7/2006El Comercio
Ivonne Guzmán. Coordinadora de Siete Días
Si el periodismo tuviese un patrono, ése sería Santo Tomás, aquel que dijo: ver para creer. Pero en tiempos de evangelios apócrifos, gnósticos y agnósticos, la prensa también se da algunas licencias de fe.
El sábado 29, tres diarios nacionales nos terminaron de despertar con los siguientes titulares: ‘Violencia en la zona tagaeri recrudece’ (diario Expreso), ‘Conflicto en selva deja dos muertos de los taromenane’ (El Universo) y ‘La zona intangible se tiñe con sangre taromenane’ (EL COMERCIO).
Tremenda noticia. La desolación iba en aumento a medida que continuaba la lectura: “Dos mujeres pertenecientes a la etnia Taromenane fueron encontradas muertas ayer con varios perdigones en su cuerpo en el sector de Tigüino (...) del cantón Coca”, aseguró El Universo.
EL COMERCIO dijo: “(...) murieron lanceados tres madereros y por impacto de bala igual número de indígenas, dos serían mujeres”. En ambos casos, la información se basó en declaraciones difusas: alguien, en alguna radio de la zona, dijo algo. Fueron un cura, una mujer y un dirigente indígena. Pero, ¿alguien vio algo? Nadie.
Sin embargo, para los dogmas de fe o las ‘noticias virtuales’ la comprobación es innecesaria. Pero es básica en periodismo.
El domingo 30 todos hablaban del sobrevuelo a la zona en cuestión, hecho por los ministros de Defensa, del Ambiente y de Gobierno. Ahí empezó el cisma: los agnósticos -afectos a lo comprobado- se distanciaron de los gnósticos -en este caso algunos periodistas místicos, devotos quizá, de lo políticamente correcto. Ese día, Expreso se lanzó en otra línea: ‘La matanza de la Amazonia sin pruebas’. Y siguiendo su veta agnóstica se centró en lo concreto: el conflicto de la tala de árboles en la zona; en adelante, ese fue su norte.
El Universo también dio el giro y fue sobre lo seguro: ‘No hay datos sobre matanza’. EL COMERCIO mantuvo su enfoque y tituló: ‘Los cuerpos de los taromenane y los madereros no aparecen’. Diario Hoy optó por editorializar: “Se han repetido (...) episodios sangrientos de violencia al sur del Yasuní”.
El lunes 1, para Expreso la noticia de la matanza desapareció y su lugar lo ocupó el control forestal que se hará en la zona. El Universo se fue con la versión oficial, según la cual no hubo matanza, pues no se encontraron evidencias. Hoy dio espacio a la versión que desestimaba que la masacre haya sucedido.
El martes 2 y el miércoles 3 los titulares espectaculares habían desaparecido. La matanza, que fue un gran suceso, terminó sólo como un gran rumor. No más.
Únicamente EL COMERCIO se mantuvo en su posición, sin procesar adecuadamente la dificultad de la verificación. El miércoles 3 puso este título: ‘La tala del cedro financia el exterminio de los taromenane’. Pero la nota no sustentó la afirmación. Misterios de los dogmas noticiosos, que quizá el lector nunca llegue a comprender...
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